Obra: La Piñata

Grupo: Gotas de Mercurio

Director:  Luis Vicente Estupiñán

Función en el marco del evento Somos barrio,  Barrio somos,  Arte y Convite.

Financiado por el Ministerio de cultura y el Instituto Distrital de la Artes.

diciembre de 2011.

Fotografía:  Johana Martínez

Por:  www.felipechavez.tk

La piñata es un montaje callejero del grupo teatral Gotas de Mercurio que combina elementos del circo  con una estructura dramatúrgica que permite leer una historia,  una especie de anécdota familiar: En el cumpleaños de una niña la torta queda colgada a varios metros de altura,  así la fiesta se convierte en un lío para poder alcanzar la torta y la piñata se convierte en metáfora sobre los sueños de la niña.

La puesta en escena se presenta de manera cuidada en el vestuario, el maquillaje y especialmente en la construcción de los personajes; sus roles son claros,  sus actitudes a veces ambiguas dan humanidad a los personajes sin caer en el maniqueísmo de algunos trabajos teatrales para niños.  Estos personajes pueden ser un padre regañón o amoroso,  así como una niña malcriada o solidaria;  es decir,  son personajes con matices que cautivan por su expresión y colorido.

Las técnicas de malabares,  zancos y manejo de objetos son adiciones a la historia,  juegos visuales que aportan dinámica y tensión a la narración,  sin caer en la simple exhibición de destrezas en las que suelen caer los montajes circenses. Se percibe una exploración actoral en las técnicas del clown que les permite acceder al ridículo,  al juego y a la improvisación con los elementos del aquí y el ahora que ofrecen las funciones callejeras.

El elemento menos elaborado del montaje es la música porque  agrega sonidos de diferentes tiempos y lugares que le restan unidad al montaje y aunque se aproximan a la atmósfera de cada escena,  tal diversidad de sonidos e instrumentaciones distorsionan el ritmo general de la obra. 

Al final,  La piñata termina con una torta hecha trizas contra el piso y posiblemente ese es el mensaje de fondo para el espectador: recordar las esperanzas que poníamos en la piñata de la infancia.

Con todo,  La Piñata cuenta una anécdota familiar dándole color a los parques y plazas donde se presenta.