Hasta siempre, Danilo

Hasta siempre,  Danilo

Por: Daniel Castro Arce

Director Tercer Acto

www.terceracto.com 

 

Qué decir de un actor que conocí muy niño, cuando con menos de diez años se asomaba a ver un ensayo y luego tras el asombro por los zancos se acercó al Teatro. Pese a todos los tropiezos y consejos de alejarse de él nunca hizo caso, era parte de su personalidad llevar la contraria, afortunadamente para la tablas; porque con esa entereza se dedicó al oficio, primero en Tercer Acto, con más ganas que talento, pero decidido a continuar arrancó sus primer personaje: Chepe un vendedor de bagatelas que recorría caminos y frecuentaba prostíbulos en busca de hacer negocios, en una creación llamada Peregrinos en el año 2003.

 

Luego de un arduo proceso que le costó lagrimas, risas, rabias, desacuerdos y regaños; esta amalgama de sentimientos lo permearon siempre. En noviembre del 2005 encarna a Clara en Las Criadas adaptación del texto de Jean Genet. Soberbia actuación, meritorio trabajo y sobre todo algo que siempre le destacó: disciplina férrea y permanente marcaban su camino hacia la academia.

 

El encanto por los zancos nos llevó a montar El Viaje de Nolo en el 2006, donde su destreza y dominio del cuerpo le posibilitan crear un personaje circense que él mismo denominó Cojima. Ante mis preguntas incisivas de director, Danilo me respondió tajante y convencido: “Significa Mágico”.

 

Ensayaba cuando la universidad le dejaba algo de tiempo, incluso previo al estreno debimos montar y trabajar después de las diez de la noche, en una fría calle del barrio Girardot en donde algunos ñeritos y viciosos eran nuestro público fiel hasta llegada la madrugada, sorprendidos les gritaban “Son Muditos” y todos, incluido Danilo, reíamos y jugábamos con ese comentario.

 

Danilo,  Tercer Acto

Charlamos largos ratos en nuestros viajes a Guatavita, Chiquinquirá, Medellín, Manizales y otras ciudades. Él gustaba de mi charla y yo de su compañía, siempre hablando de lo mismo: los sueños, el teatro, la familia y en este ultimo me permito añadir que ambos compartíamos el mismo sentimiento de amor, respeto y admiración por nuestras madres.

 

Luego decidió irse del grupo y dedicarse a la universidad, allí encontró a Ensamblaje y creo que Misael descubrió en Danilo algo que ya habíamos admirado en nuestro grupo: su empeño y disciplina con el teatro. Pocas veces lo vi en escena pero las veces que lo hice y sin que él me lo pidiera, seguí cuestionándole su manera de actuar, no con rabia, ni con maldad, ni mucho menos con sarcasmo o envidia, lo hice como siempre lo consideré con mis actores en Tercer Acto, con el propósito de que creciera y en esto Danilo acertó muy bien.

 

Ya pasado un tiempo me sorprendió invitándome a verlo en Ubú Rey, donde magistralmente el maestro Misael logró sacarle todo su talante como actor. Para luego sorprendernos de nuevo en A tu sombra...

 

Yo no puedo, ni quiero, ni voy a decirle adiós, jamás lo sentí lejano; ni siquiera en los días que no me hablaba. Yo le digo: hasta luego, espéranos a todos en compañía del maestro Fernando Peñuela, del que tantas veces discernimos; monten una creación colectiva, con los conocimientos y experticias de Peñuela y la pasión y dedicación de Danilo sale un trabajo bien bonito y serio.

 

Desde esos sentimientos de cariño sincero que siempre nos unieron, le deseo un feliz Viaje… de Nolo, por supuesto. Y que estas letras, que no son más que el afecto y el respeto mutuo que nos acompañaron sean hoy la manera de decir hasta pronto, el encuentro vendrá luego de que muchos telones y luces se hayan apagado, porque seguiremos soñando, creyendo y creando teatro, allí nos hallaremos vivos, eternamente presentes.

Fotografía:  Archivo www.terceracto.com

Publicado:  04/06/2014


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